Por mi trabajo, suelo tomar aviones a menudo. Me parece curioso que muchos de ellos no usen el número 13 en sus filas (por ejemplo, todos los de Air Nostrum.) Aporto dos fotos que se corresponde a filas consecutivas:
Me causa bastante risa pensar que a pesar de la industria aeronáutica con los millones de horas de trabajo de ingenieros durante años, todos los que volvíamos a Valencia esa noche, lo hacíamos más tranquilos porque nuestro avión no tenía fila número 13. ¿Por quién no se pone fila 13? ¿por todos los pasajeros o solo por los que les tocaría sentarse en ella…? No se pone “por si acaso…”
Me sorprende lo llena de superstición que está nuestra sociedad, se podría pensar que son cosas anecdóticas (deportistas, toreros…), pero la ridícula situación de aviones que pasan de la fila 12 a la 14 (por si acaso…) me dice que es algo completamente unido a nosotros.
¿Quién no ha pensado alguna vez en la buena y la mala suerte que ha tenido? (la vida es una tómbola), Ante un hecho concreto (negativo o positivo) tenderemos a buscar una causa que lo provoque (¿no funciona así nuestro cerebro, toda causa tiene un efecto?) Esto aparentemente normal puede llevarnos a ser las personas más supersticiosas del planeta. Por ejemplo: si me despiden del trabajo, el día que estreno zapatos ¿quién es el valiente que va con esos zapatos el primer día de otro trabajo, por si acaso…? Si uno se para no cuesta encontrar ejemplos propios menos llamativos pero supersticiosos.
Personalmente intento elimina cuanto antes cualquier idea de tipo supersticioso, es decir, intentaría ir el primer día de trabajo con esos zapatos . Me da la impresión que cuando entra una superstición en tu vida, no hay forma de que desaparezcan. Siempre gana el «por si acaso…»
Me preocupa mucho cuando superstición se mezcla con religión y acaba confundiéndose, porque no tienen nada que ver, se basan en mecanismos completamente diferentes.
Mi experiencia de cristiano la vivo muy ligada al hecho de creer, y para mi creer va unido a confiar, pero creer y confiar de forma liberadora. Los mecanismos que crean supersticiones me parecen todos basados en la desconfianza del «por si acaso…» y una desconfianza que esclaviza.
Hay algo que me gusta repetir, y es que como creyentes, debemos intentar dejar de lado todo aquello que suene a mágico o nos quite libertad. Como he sido creado a imagen y semejanza de Dios, soy libre y ningún hecho mágico-religioso debe romper esta libertad.
Yo hago un esfuerzo para que mi fe no esté basada en la superstición, y para que lo que vivo me ayude a ser un poco más libre cada día. No nos detengamos en la búsqueda del sentido en aquello que hacemos.
Me encanta este chiste:
– ¿Tú eres supersticioso?
– ¡Noooo!, eso trae mala suerte.
Ei tío, me ha llegado esto que has escrito!muy bien dicho
No sólo sucede en los aviones! Creo incluso que hay hoteles en que el piso número 13 no existe, y otras cosas así!
Personalmente, y creencias a parte, me encanta el número 13, porque es un número primo. Me parece interesante, compacto! No sé. Igual que el 17, el 29!
Relacionado con todo lo que dices, está el tema de «todo pasa por algo», que mucha gente dice para cubrir la decepción por algún hecho o suceso malo! No me parece mal, y creo que muchos lo pensamos aunque no lo digamos!
No sé si todo pasa por algo, ni si hay un destino! Prefiero pensar que tenemos un libro en blanco delante de nosotros, para ir escribiéndolo.
Bo, així² és tot. Salutacions, Miquel í€ngel.