Me ha llamado la atención encontrarme en un kiosko la posibilidad de comprar un librito con el texto del evangelio de cada dí­a, me ha extrañado, porque creo que el texto del evangelio es el gran desconocido de los que nos llamamos cristianos y además es que nos despierta poco interés.

Si algo tengo claro sobre el significado de ser cristiano es que va más ligado al campo de la vida y la experiencia que al de la teorí­a. Lo pienso mucho cuando compruebo que a los cristianos nos sobran estudios teológicos y planes pastorales, y sin embargo nos seguimos sorprendiendo cuando encontramos personas ejemplares que nos transmiten evangelio con su proximidad y vida.

El evangelio es vida en abundancia, felicidad, experiencia. Vivir, no pasando por encima de los acontecimientos, sino interiorizándolos y consiguiendo que sumen sentido en nuestra vida. Para mi, esto significa disfrutar de la vida (o quiero que lo sea.)

Podremos ser unos verdaderos sabios cuando consigamos dar sentido a los acontecimientos de nuestra vida.

Lo difí­cil puede ser cómo conseguir ver los acontecimientos de la vida con sentido. Para mi, una de las claves está en mantener en la propia vida un alto ideal, una razón que impulse en todo momento.

Si hay algo que no me ha gustado es cuando los cristianos hemos devaluado el evangelio considerándolo una utopí­a más como inalcanzable, que cómo ideal, y hemos salido “de rebajas”.

El evangelio no será una utopí­a lejana y sí­ un ideal para nuestro vida si nos esforzamos en conocerlo e interiorizarlo. Así­ puede darnos ese ideal que nos permite mirar la realidad, sentirla, darle sentido y de esa forma permitirnos disfrutar a tope de la vida.

¿Cómo puede haber tantos cristianos que se resistan a leer el evangelio? Me cuesta creer cómo se puede mantener esta situación. ¿Puede que sea por la dificultad de acercarse al texto más allá de lo que se ofrece “masticado” en las “misas”? Entre mis proyectos para el próximo año está el intentar poner algo en internet a modo de curso para introducirse en su lectura tal y como yo conseguí­ introducirme.

Volviendo al tema, a pesar de escribir convencido todo esto, si me reviso, me doy más la impresión de ser un cristiano con más gusto por la teorí­a que por la práctica, me gusta profundizar en el evangelio, pero estoy muy lejos de transmitirlo.

Un comentario en «Mantener un ideal»

  • Querido amigo, me ha gustado mucho la visión de vida que guardas en tu corazón. Yo también busco dí­a a dí­a la razón fundamental del amor incondicional y la paz absoluta, que son para mi el camino fundamental para sentirnos unidos a Dios. Animo con tu proyecto de la web. Querí­a comentarte que también quisiera hacer algo especial con respecto al evangelio, a Jesús… veo como la Iglesia actual degenera en lo más absoluto la esencia vivida y narrada por Jesucristo; todo está demasiado rí­gido y sumido en lo dogmático, lo doctrinal… quisiera no se… formar algún grupo donde simplemente meditar… leer el evangelio… sanar… creo que lo haré con la ayuda de nuestro Divino Maestro… veo como tantas esperanzas y «fes» caen en personas jóvenes por esta tradición negra e injustificada de la Iglesia y arriban a otras religiones como el budismo y otras corrientes orientales buscando, simplemente la paz… ¿como culparlos? yo mismo me siento feliz navegando en las terapias alternativas pero… algo me dice que tenemos un profundo deber de recordar quién es el verdadero Jesús… a veces la fe flaquea y me siento triste pensando que no hay un centro algún lugar donde vivenciar a Jesús (se que en el corazón por supuesto)… pero hay tantos centros orientales donde compartir… y tan poco centros cristianos donde no haya un dogmatismo exacerbado… no se… espero algunas respuestas aún… gracias amigo por escucharme.

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